8ª Edición del Premio Santiago Gutiérrez Anaya sobre Propiedad Inmobiliaria

El sevillano Catedrático de Derecho Mercantil de la Universidad de Sevilla, Leopoldo José Porfirio Carpio, y el Letrado del Tribunal Constitucional, Carlos Gómez de la EscaleraLeopoldo José Porfirio Carpio y Carlos Gómez de la Escalera, recibieron «ex aequo» el día 23-07-2009, en el Hotel Alfonso XIII de Sevilla, sendos galardones como ganadores de la Octava Edición del «Premio Santiago Gutiérrez Anaya».

Los trabajos de los ganadores aportan una serie de reflexiones sobre temas de gran actualidad que han sido valorados por el jurado para la concesión de los galardones. El sevillano Catedrático de Derecho Mercantil de la Universidad de Sevilla, Leopoldo José Porfirio Carpio presentó la obra «Sobre el derecho de subrogación en los arrendamientos mercantiles», en el que aborda cómo en España, la muerte o jubilación del arrendatario de un local de negocio, produce distintos efectos jurídicos, según la fecha de pacto del correspondiente contrato de arriendo mercantil, consecuencias que pretenden ser disciplinadas por un elenco de disposiciones. Del análisis de este triple régimen jurídico extrae una serie de conclusiones que podrían resumirse en el reconocimiento de un derecho de subrogación en favor de los familiares del arrendatario fallecido o jubilado que pretende proteger la conservación de la empresa y favorecer su continuidad. «El conjunto inmobiliario como supuesto de hecho básico para la aplicación del régimen de Propiedad Horizontal» es el nombre del trabajo que presentó el Letrado del Tribunal Constitucional Carlos Gómez de la Escalera. En el mismo,  el Letrado del Tribunal Constitucional, explica cómo el concepto del conjunto inmobiliario constituye hoy una categoría dogmática, ampliamente utilizada en la doctrina y en la práctica jurídica, con la finalidad de organizar u ordenar más apropiadamente ciertas realidades inmobiliarias que se caracterizarían por la existencia de una pluralidad de fincas susceptibles de aprovechamiento independiente, llamadas a pertenecer a una pluralidad de personas, que se hallan vinculadas entre sí por un punto de conexión jurídica, y que conforman una unidad orgánica sujeta a un régimen jurídico unitario. Su tesis consiste en demostrar cómo, actualmente, para que pueda aplicarse el régimen de la propiedad horizontal, es necesario que concurran todos los elementos que conforman el conjunto inmobiliario. Partiendo de esta premisa, analiza los distintos supuestos: propiedad horizontal típica (edificio dividido en departamentos independientes), urbanizaciones privadas (propiedad horizontal tumbada), propiedad horizontal compleja (realidades inmobiliarias formadas por una pluralidad de edificaciones), propiedad horizontal por analogía (puertos deportivos, cementerios privados, etc ...), propiedad horizontal excluyente de los principios de la accesión inmobiliaria (que permite la configuración como fincas independientes del suelo, vuelo o subsuelo de un mismo terreno), y el conjunto inmobiliario integrado por finca demanial y fincas patrimoniales sobre un mismo terreno. El trabajo termina analizando los elementos del conjunto inmobiliario, con aportaciones relevantes en el plano dogmático.

De izquierda a derecha, Antonio Pulido (Presidente de Cajasol), Antonio Olivencia (premiado por su trayectoria jurídica), Begoña Álvarez (Consejera de Justicia de la Junta de Andalucía), Leopoldo José Porfirio Carpio y Carlos Gómez de la Escalera (ganadores del Premio Santiago Gutiérrez Anaya), y Álvaro Ybarra (Director de ABC de Sevilla)

Al entrañable acto de entrega de este premio, asistieron, además de los familiares de Santiago Gutiérrez, familiares de los tres galardonados, así como numerosos empresarios y profesionales vinculados con el sector de la edificación, que acudieron a esta cita para acompañar a los premiados y agradecerles la contribución que sus obras aportan al mundo de la edificación, un ámbito inmerso hoy día en importantes novedades legislativas que son analizadas y discutidas por los participantes en este certamen, el cual nació con ese objetivo primordial.

Presidieron el acto, entre otros, la Consejera de Justicia, Begoña Álvarez, la Presidenta de ABC, Catalina Luca de Tena, el Director de ABC de Sevilla, Álvaro Ybarra, el Presidente de CAJASOL, Antonio Pulido, los tres ganadores, Manuel Olivencia, Leopoldo Porfirio Carpio y Carlos Gómez de la Escalera, el Presidente del jurado, Damián Álvarez, así como diversos miembros del Jurado y representantes de las empresas patrocinadoras y colaboradoras.

Fue la Consejera de Justicia de la Junta de Andalucía, Begoña Álvarez, quien entregó los premios, después de que el director de ABC de Sevilla, Álvaro Ybarra, diera la bienvenida a los asistentes, agradeciera su presencia y la labor de los patrocinadores, e hiciera una breve descripción de los trabajos seleccionados. El presidente de CAJASOL, Antonio Pulido, también tomó la palabra para destacar la estrecha vinculación del Instituto de Estudios Cajasol con el ámbito jurídico en su tarea docente de licenciados, directivos y profesionales que quieren completar su formación. Alabó los trabajos de los ganadores del Premio Gutiérrez Anaya. La consejera cerró el acto destacando la proyección de la Justicia a través de los medios de comunicación y su pretensión de iniciar una etapa para transmitir tranquilidad y ofrecer soluciones a la ciudadanía. Consideró que es primordial «conseguir ideas para superar pesimismos».

El salón del Hotel Alfonso XIII durante la celebración del acto

Santiago Gutiérrez Anaya

Santiago Gutiérrez Anaya

El premio lleva el nombre de quien fue durante casi 40 años Presidente de la Inmobiliaria SAFINCO, y es un homenaje a su trayectoria profesional y humana. Santiago Gutiérrez Anaya ejerció simultáneamente las profesiones colegiadas de Abogado, Administrador de Fincas, Agente de la Propiedad InmobiliariaMediador de Seguros. Aunque inició su trayectoria profesional en Barcelona, en 1964, como Abogado especializado en seguros, para la Aseguradora Aurora Polar, al año siguiente se trasladó definitivamente a Sevilla para tomar el testigo del despacho de administración de fincas que, en 1934, había fundado su padre, Santiago Gutiérrez Vidal. No siendo de su agrado el ejercicio activo de la Abogacía, ni la asistencia a Sala, en 1970 colgó definitivamente la toga para dedicarse en exclusiva a la administración de fincas y a los seguros. También ocupó altos cargos dentro de su profesión, como, por ejemplo, la presidencia, con carácter provisional e interino durante 4 meses, del Consejo Nacional de Colegios de Administradores de Fincas, y la Presidencia del Colegio de Administradores de Fincas de Sevilla, puesto que ostentó durante casi 30 años. Este concurso hace justicia a este experto en Propiedad Horizontal y Vertical, vinculándolo para siempre con la materia a la que dedicó gran parte de su vida.

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Premio Santiago Gutiérrez Anaya

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