El Colegio de Administradores de Fincas de Sevilla reunió a varias empresas de desatascos y a Emasesa.
3.- PRINCIPALES DEFECTOS, LESIONES Y DAÑOS
4.- PREVENCIÓN Y MANTENIMIENTO
1.- INTRODUCCIÓN:
El debate se inició hablando sobre la necesidad que existe en los edificios de conservar el patrimonio inmobiliario, haciéndose alusión a la Ley de Patrimonio de Andalucía donde se especifica que los inmuebles deben estar en perfecto estado de conservación. Durante el debate se dijo que, uno de los principales problemas que existen, es que los vecinos de un edificio tienen que invertir en la conservación del edificio, y que conservar es más barato que después arreglar.
2.- ASISTENTES:
Intervinieron:
- El responsable técnico comercial de Conlima, José Ángel Padilla, afirmó que «cuando un cliente compra una vivienda la Promotora tiene que aportar la Memoria de Actividades y nadie está pendiente del alcantarillado, y es importante hacer caso a las tuberías del edificio para mantenerlas en buen estado».
- Jesús Gago, responsable de Aba Gago, explicó que «hay veces que las arquetas están ocultas y se filtra agua del subsuelo a la cimentación del edificio, con el tiempo estas arquetas dan la cara y hay que actuar».
- Antonio Javier García Heredia, jefe de Intervenciones de Saneamiento de Emasesa, indicó que «desde la empresa pública se podría hacer una campaña de concienciación a través de la factura del agua».
- Alejandro Sánchez, director comercial de Detectar declaró que «no hay concienciación del estado en el que está el alcantarillado y que sería importante realizar, con todos los agentes del sector reunidos en ese encuentro, una campaña de concienciación, ya que los ciudadanos no tienen conciencia de las redes de evacuación».
- El responsable de Desabeco, Cesáreo Benítez, dijo que «si la cimentación falla, falla el edificio, Hay que empezar por los zapatos es lo que nadie ve y por este motivo nadie lo cuida».
- El Colegio por su parte propuso «solicitar al Ayuntamiento a través de la Gerencia de Urbanismo en la ITE un informe de una empresa conservadora del estado del alcantarillado».
3.- PRINCIPALES DEFECTOS, LESIONES Y DAÑOS:
La empresa Conlima, para llevar a cabo la reunión con los principales agentes del sector, facilitó el documento «Las Comunidades y sus redes de saneamiento: patologías y soluciones», en el que describe que, la experiencia acumulada en estos más de 30 años realizando actuaciones en miles de redes de saneamiento, tanto privadas como públicas, ha permitido recabar una exhaustiva base de datos sobre las anomalías más habituales en las redes.
Las anomalías, que afectan a los distintos elementos que forman una red de saneamiento, pueden producirse por defectos en el propio sistema constructivo o por deterioro propio del uso y/o envejecimiento de la red. En ambos casos la ausencia de un mantenimiento preventivo acelera el proceso y facilita la aparición de nuevas patologías.
Estas anomalías son las que más problemas presentan para el adecuado funcionamiento de una red de saneamiento, pues en algunos casos llegan incluso a impedir el acceso a algunos elementos de las redes:
3.1.- ARQUETAS OCULTAS:
Es relativamente frecuente que en las Comunidades existan arquetas registros que se encuentran ocultas bajo la solería, inaccesibles para su limpieza, además de imposibilitar el desatasco de algunos tramos de tuberías.
En estos casos es necesaria la localización, mediante unidad móvil-TV, y posterior apertura de estas arquetas.
3.2.- ARQUETAS SELLADAS:
A diferencia de las arquetas ocultas, éstas se encuentran visibles pero sus tapas están selladas, por lo que resulta igualmente imposible limpiar las mismas.
La solución para esta anomalía es sustituir la tapa selladas por otra nueva.
3.3.- TUBERÍAS:
Las discrepancias más frecuentes en el caso de las tuberías son que el diámetro de su sección resulte insuficiente, falta de la pendiente necesaria y deterioro de las mismas por antigüedad ausencia de mantenimiento.
Muchas de estas anomalías pueden evitarse con un mantenimiento preventivo de las redes.
4.- PREVENCIÓN Y MANTENIMIENTO:
Inicialmente, todas las redes de saneamiento necesitan un mantenimiento preventivo para evitar que, el uso continuado de las mismas y su lógico envejecimiento, produzcan el deterioro progresivo de éstas.
Lo que pretendemos ahorrar al no realizar un mantenimiento de una red, a medio plazo, multiplica los costes de reparación, reposición, etc...
Un mantenimiento bien realizado es una inversión rentable y no debería considerarse un gasto en los presupuestos de nuestras Comunidades.
Los desagües (aparatos, botes sifónicos, sumideros y tuberías) se deben vigilar permanentemente por el usuario para evitar los atascos y malos olores y la parición de humedades y fugas de agua. Cada 6 meses hay que comprobar, obligatoriamente, el bote sifónico y los sifones registrables de lavabos y fregaderos. Así como, los sumideros de locales húmedos. Entre las actuaciones que hay que llevar a cabo se encuentra la limpieza del bote sifónico, sifones registrables, válvulas de desagües de aparatos y sumideros.
Por su parte el alcantarillado exterior tiene que ser vigilado y revisado por el usuario, permanentemente y evitar la aparición de humedades y fugas de aguas, así como las roturas, desprendimientos y desplazamientos de tapas de arquetas. Cada seis meses el estado de pozos de registro, imbornales, sumideros y sus rejillas.
Sin embargo, un especialista debe comprobar, con una periodicidad anual, el funcionamiento de toda la red y el estado de pozos de registro y de tapas de arquetas. Algunas de las tareas que se deben realizar para obtener el óptimo funcionamiento del alcantarillado son: eliminar obstrucciones que dificulten el funcionamiento de la red, limpiar conducciones, arquetas, pozos de registro, aliviaderos o rebosaderos y sumideros y, por último, efectuar la reparación o sustitución de materiales deteriorados.
En cuanto al saneamiento de redes horizontales como arquetas, colectores y drenajes de muros y suelos, un especialista tiene que revisar cada seis meses, o cuando se aprecie humedad, el separador de grasas y fangos y el funcionamiento de los desagües y arquetas en muros en contacto con el terreno. También el especialista tiene que comprobar anualmente, preferentemente, antes de la época de lluvias los elementos de anclaje y fijación en redes colgadas, el funcionamiento de toda la red, el estado de tapas de arquetas y pozos de registro. Además, verifica el funcionamiento de canales y bajantes de evacuación en muros parcialmente estancos, el estado de la red de drenaje y evacuación en suelos en contacto con el terreno y, por último, arquetas y bombas de achique, incluyendo las de reserva. Para concluir con la inspección necesaria, cada diez años hay que revisar, obligatoriamente y por parte de un especialista, el estado de las arquetas a pie de bajante, de paso y sifónicas.
5.- TERAPIAS:
Existen empresas que poseen la tecnología para solucionar cualquier anomalía de una red de saneamiento, por un coste muy razonable. Por ello las Comunidades deben contactar con empresas que tengan los equipos técnicos capacitados para solucionar estas patologías, ya que utilizar medios inadecuados e insuficientes multiplica los costes de la solución.
Los equipos técnicos idóneos para solucionar cualquier incidencia son las unidades móviles-TV (para localizar arquetas ocultas, visualizar tuberías, detectar roturas, etc.), unidades de rehabilitación interior de tuberías (capaces de reparar tramos de tuberías sin apertura de solerías ó pavimentos), etc.
Es importante que Las Comunidades reciban el máximo de información sobre las anomalías de sus redes y soluciones a aplicar. Por ello, los equipos técnicos deben incluir el soporte.
6.- NORMATIVA DE APLICACIÓN:
Los ciudadanos no sólo priman el físico con respecto al interior en lo que a personas se refiere, sino que esta premisa también se cumple cuando se trata de sus viviendas. Es decir, los vecinos se preocupan más por rehabilitar fachadas y dejarlas impolutas para que los demás no puedan ponerle ninguna pega pero, a menudo, se olvidan de que las entrañas de los edificios también necesitan ser revisadas y rehabilitadas cada cierto tiempo.
Los plazos establecidos para tales inspecciones están fijados por Ley y por la Memoria de Actividades que la promotora o constructor de la vivienda están obligados a entregar al nuevo propietario cuando finaliza la obra.
En el ámbito legal, la norma que lo regula es la Ley 38/1999, de 5 de noviembre de Ordenación de la Edificación que en su artículo 7 relativo a la Documentación de la obra ejecutada que el promotor ha de entregar a los usuarios de los edificios, dispone que, entre la misma, han de estar comprendidas las instrucciones de uso y mantenimiento del Edificio y sus instalaciones de conformidad con la normativa que sea de aplicación.
La Memoria de Actividades puede presentarse por separado en el caso de obras menores y como un Anexo de la Memoria General del Proyecto Técnico en el caso de Obras Mayores. Esta Memoria tiene que contemplar como mínimo: el proyecto con la incorporación de las modificaciones debidamente aprobadas, el acta de recepción de la obra, la relación identificativa de los agentes que han intervenido durante el proceso y las instrucciones de uso y mantenimiento del edificio y sus instalaciones.
Los estudios indican que los desagües de las casas son importantes focos de contaminación de ríos, lagos y mares. Muchos de los residuos generados en los hogares andaluces son evacuados por el fregadero o el inodoro, desde restos de comida o aceites usados pasando por colillas de cigarros y papeles, elementos que convierten el agua limpia y potable en aguas residuales contaminadas.
Debemos ser conscientes que los desagües no son un cubo de basura y así concienciarnos para evitar arrojar por ellos cualquier tipo de objetos sólidos, sustancias pastosas o líquidos contaminantes. Muchos de estos elementos contaminan el agua, obstruyen las tuberías de desagüe y dificultan y sobrecargan la labor de las depuradoras de aguas residuales.
Para regular el buen uso y conservación de los entresijos de los edificios, la Consejería de Obras Públicas y Transportes de la Junta de Andalucía en 2001 aprobó el Manual General para el uso, mantenimiento y conservación del Edificio destinados a Viviendas. Este documento ofrece información de los plazos y personas responsables de la vigilancia y cuidado de estas instalaciones.